domingo, 9 de diciembre de 2018

LA FIESTA Y EL CLOSET



CORTO (PARTE I)

Un ramo olvidado es ubicado en un mesón al fondo en el amplio y lujosos salón de fiestas, que según Coolmagazín, es la más prestigiosa de la ciudad, un joven de nombre Yorgelson desde su mesa observa el despliegue contratado, mesoneros, operador de barra, bar tender,  anfitriona de protocolo y coordinador de servicio, todo en pro a un gran evento, la fiesta de fin de año de los Landaheta, donde la crema y nata de la sociedad hizo acto de presencia, hecho que da por sentado que es más una actividad corporativa que una celebración familiar, esto no impedía que la juventud asistente, tomara las riendas de su propio entretenimiento, ayudado con la música dominando lo que parecía una estirada fiesta, inspirando a más de uno con su mejor bailable, destaca entre todos un joven de contextura fuerte, alto y atractivo, dicho joven atrae la atención a más de uno con su esbelta y muy bella compañera de pista, Yorgelson como espectador se acerca lo suficiente, pero sin estorbar.
¾  ¿Por qué no has saludado?,  Habla un hombre alto, cabello canoso y elegante porte.
¾  ¡Padre!  Brinca el joven, luego de escuchar la grave voz del hombre a su lado, Perdóname estaba,  Le responde a su progenitor que toma de un mesonero a su derecha dos copas, una para él y la otra para su hijo, chocando las puntas y sorber un poco de lo que parecía champaña.
¾  Estarás conmigo este fin de semana, — Acota como un hecho el hombre,  — Debes decírselo a tu madre.
¾  Ella lo sabe.
¾  Te ves bien,  Expresa en seca tonalidad, detallando a un chico ya crecido, por algunos centímetros desde la última visita al país,  portando un traje casual pero de colores neutros y estilizados contrastes.
¾  Gracias padre.
¾  En cambio…,  Señala con un gesto hacia aquel a quien le hicieron espacio, para apreciar su espectáculo.
El hombre emitía un aura de censura radiactiva, aunque quiso simular, su expresión lo delataba, al estar en contra del sobrino de su socio y amigo de años de su ex esposa, para él tener que soportar la forma en que se manifestaba a través de su imagen y manera de ser, ha sido un tema de disputa entre él y su hijo, cada vez que una llamada telefónica, facebook, instagram o vídeo chat se presentaba, consecuencia de las múltiples críticas y la mala influencia que podía aportar para el carácter de su primogénito, por lo menos en esta ocasión no debe lidiar, con esos blue jeans desgarrados, camisas negras, cabello de puntas, descubiertos tatuajes en los antebrazos y zapatos de colores explosivos.  
¾  Ese chico Jackson…,  Expele luego de unos minutos de silencio incomodo,  ¿Aun son amigos?
¾  Si.
¾  ¿A pesar de todos los problemas en que te postula?.
¾  Si, padre…, aun así.
¾  ¿Cómo Amalia puede consentir esta clase de influencia negativa?
¾  ¿A qué te refieres con influencia negativa?
¾  No tienes idea de lo que escuchado…, una estrafalaria y escandalosa pregona de su estilo de vida, — Manifiesta con desprecio impreso en su voz.
¾  Puedes dejar de hablar en clave.
¾  Le confesó a sus padres que es homosexual.
¾  Baja la voz, — Expele ajustando sus anteojos sobre su punteada nariz llena de pecas, ocultando un piercing al final de la ceja izquierda. 
¾  ¿Lo sabías?,
¾  Nuestros compañeros de clase, no..., así que no lo menciones.
El hombre observa como un grupo de jóvenes, integrados por varios hombres y mujeres de unos 17 y 18 años lo vitoreaban, exponiendo una popularidad del que era dueño, por ser él tres veces campeón de lucha del instituto.
¾  Tranquilo…, no me interesa exponer a quien será merecedor de un triste destino.
Yorgelson, se le estaban subiendo los colores al rostro, por ese cumulo de palabras de mala ensaña, englobando que Jackson por ser gay iba en una carrera de promiscuidad y alguna enfermedad venérea.
¾  Su padre asevera que es una fase…, solo quiere llamar la atención.
¾  ¿Cómo puedes decir tantas incoherencias?.
¾  ¿Incoherencias? — Repite en un agresivo tono que repentinamente disminuye,  para jovialmente continuar,  — Creo que su padre tenía razón.
Yorgelson se da la vuelta y la joven que tenía como pareja le aplicaba un apasionado beso.
¾  Debí suponer que no se resistiría a una chica linda.  
¾  Ella no…,   Es lo único que logra emitir en un hilo de voz, luego de sentir que su mundo se derrumbaba, la persona de quien ha estado enamorado desde hace mucho, tocaba los labios de alguien más.
Las mejillas se le encendieron, por una ira incontrolable que se apoderaba tanto de su conciencia como de su inconsciencia, entonces agita con violencia la copa que no terminó de beber, siendo el propulsor que lo llevo hacia la pareja que era aclamada, tres chicos del equipo de lucha son apartados por un delgado pero alto joven, que toma del brazo a la chica separándole de su amigo.
¾  ¿Acaso estás loca…?  Grita en tonante voz atrayendo la atención de los presentes.
¾  ¡Yorgelson! — Brama  la joven en respuesta a la sorpresiva separación.
¾  La polémica obligó al Diyey detener la música, evidenciando lo que parecía una disputa entre pareja.  
¾  Debes delirar sí crees que un beso puede curarle…, — Divisando el alrededor indica  — Lo haces delante de todos… ¿Qué maldita cosa quieres demostrar?
¾  ¡Yorgelson!,  Le nombra la mujer vestida de blanco con encajes.
¾  Lo siento madre… ¡me largo de aquí!
¾  ¡Espera!  Habla en esta ocasión el joven Jackson, que a tres pasos de ir tras de su amigo, le toma por el hombro.
Yorgelson logra liberarse, a cambio de un gancho derecho que colisiona en el labio izquierdo de su amigo, tirándolo al suelo.
¾  ¡Detente!,  Brama la chica, que se arrodilla a un lado de Jackson, para auxiliarlo, — ¿Qué demonios pasa contigo?
¾ ¿Por qué insistes? ¡es inútil!,  — Y señalando al joven que aun no se levantaba del suelo expone en una sola ráfaga de histeria, — ¡ES HOMOSEXUAL!  ¡ Jackson  no te pertenece!.
Yorgelson en medio del salón, en un torbellino de miradas, bullicio y risas, sujeta la camisa de su amigo, lo hala hacia él y le incrusta un beso, en que introduce tan profundamente la lengua que casi lo ahoga, entonces la rígida voz de su padre le da esa luz de lucidez que había perdido, entonces la respiración se le acorta, la voz pudo rebatir todo como un error, su propio  secreto que ha mantenido hasta hoy, fue revelado a voces, libera a su amigo, retrocede unos pasos y luego de mirar a su madre, los invitados y el repudio impreso en la cara de su padre, gira para salir corriendo del amplio salón hacia la piscina externa, perdiéndose entre el iluminado jardín.

                           Continuará…







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